¿QUÉ ES GHS?

TE PREOCUPAN LA SEGURIDAD Y LAS NORMATIVAS EN TUS PRODUCTOS QUÍMICOS? 

Manejar productos químicos puede ser un desafío: etiquetas confusas, riesgos no claramente identificados, o dudas sobre si estás cumpliendo con las normativas internacionales. Seguro que en más de una ocasión te has preguntado si tus etiquetas realmente protegen a tus empleados, clientes y al medio ambiente, o si podrían mejorarse para facilitar el comercio y evitar sanciones legales.

El Sistema Globalmente Armonizado (GHS) surge precisamente para resolver esas preocupaciones. Con él, no solo puedes garantizar que tus productos sean más seguros y comprensibles para todos, sino también dar un paso hacia la sostenibilidad y la confianza global en tus procesos.

¿Te imaginas un mundo donde todas las etiquetas de productos químicos fueran claras y universales? Sigue leyendo para descubrir cómo el GHS puede ayudarte a lograrlo. 

¿Qué es GHS?

El GHS (Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos) es un estándar internacional desarrollado por las Naciones Unidas para garantizar un enfoque uniforme en la clasificación, etiquetado y comunicación de los peligros asociados con productos químicos. Fue creado para facilitar el comercio global, mejorar la seguridad en el manejo de sustancias peligrosas y proteger tanto a las personas como al medio ambiente.

El propósito principal del GHS es armonizar las diversas normativas nacionales e internacionales sobre productos químicos en un único sistema universal. Antes de su implementación, los países tenían regulaciones diferentes, lo que dificultaba el comercio internacional y generaba confusión en el manejo seguro de sustancias químicas.

Con el GHS:

  • Se asegura que los peligros químicos se comuniquen de manera clara y uniforme en todo el mundo.
  • Se protege a los trabajadores, consumidores, transportistas y al medio ambiente mediante un etiquetado y documentación estandarizados.
  • Se facilita el comercio global al eliminar barreras derivadas de diferencias regulatorias entre países.

Elementos principales del GHS

El Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS) establece elementos clave que son fundamentales para garantizar una comunicación efectiva y estandarizada sobre los peligros asociados con sustancias químicas. Estos elementos incluyen criterios de clasificación, diseño de etiquetas y el formato de las Fichas de Datos de Seguridad (FDS). A continuación, se detalla cada uno de estos componentes:

Peligros físicos: Los peligros físicos en el GHS se refieren a las propiedades de los productos químicos que pueden causar daños por reacciones físicas o químicas. Estos peligros incluyen explosivos, sustancias capaces de liberar energía violenta al impactarse, calentarse o mezclarse con otras; gases inflamables, que arden fácilmente al contacto con una chispa o llama; sólidos y líquidos inflamables, materiales que pueden prenderse rápidamente, como solventes o polvos metálicos; y oxidantes, sustancias que liberan oxígeno y aceleran combustiones. También se incluyen gases bajo presión, que pueden explotar si no se manejan correctamente; peróxidos orgánicos, químicos inestables con alto potencial de descomposición violenta; y productos con peligros de reacción química, como corrosión de metales o autoignición. Este grupo de riesgos subraya la importancia de un manejo cuidadoso y un almacenamiento adecuado para evitar accidentes graves. 

Peligros para la salud: Los peligros para la salud en el GHS abarcan los efectos adversos que las sustancias químicas pueden tener sobre el cuerpo humano. Incluyen la toxicidad aguda, que puede causar daños graves o la muerte tras una única exposición, y los efectos corrosivos e irritantes, que dañan la piel, los ojos o las mucosas. También destacan los peligros por sensibilización respiratoria o cutánea, capaces de desencadenar reacciones alérgicas severas tras el contacto repetido, y la mutagenicidad, que afecta el material genético con riesgo de provocar enfermedades hereditarias. Además, se incluyen los efectos cancerígenos, que aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer, y la toxicidad para la reproducción, que puede perjudicar la fertilidad o dañar al feto. Estos peligros subrayan la necesidad de controles rigurosos en el uso, manipulación y protección personal frente a sustancias químicas.

Peligros ambientales: Los peligros ambientales en el GHS se centran en los efectos negativos de las sustancias químicas sobre los ecosistemas y la biodiversidad. Incluyen la toxicidad acuática aguda, que describe el daño inmediato que una sustancia puede causar a los organismos acuáticos, y la toxicidad crónica, que mide los efectos prolongados o acumulativos en el medio ambiente, como en peces, algas o crustáceos. También se consideran los efectos sobre la bioacumulación, donde los químicos se acumulan en los tejidos de los organismos vivos, causando riesgos en las cadenas tróficas, y la persistencia ambiental, que se refiere a la dificultad para descomponer o eliminar estas sustancias del entorno natural. Estas clasificaciones subrayan la importancia de un manejo responsable, evitando vertidos y garantizando que los productos sean desechados adecuadamente para minimizar su impacto ecológico.

Etiquetas
 

Las etiquetas bajo el GHS deben incluir elementos estandarizados como:

  • Pictogramas: Iconos visuales que representan los peligros asociados (por ejemplo, una llama para inflamabilidad o un cráneo para toxicidad).
  • Palabras de advertencia: “Peligro” para riesgos graves o “Atención” para riesgos moderados.
  • Indicaciones de peligro (H): Frases específicas que describen los riesgos.
  • Consejos de prudencia (P): Recomendaciones sobre cómo manjar la sustancia de manera segura.

Áreas de aplicación 

El GHS aplica a una amplia variedad de sectores y actividades, incluyendo:

Industria química: Fabricación, almacenamiento y transporte de productos químicos. La industria química es el principal ámbito donde se aplica el GHS, ya que incluye la producción, formulación y distribución de sustancias y mezclas químicas. En este sector, es esencial garantizar la seguridad tanto de los trabajadores como de los consumidores finales.

Laboratorios: Manejo de reactivos y sustancias peligrosas. En laboratorios de investigación, educativos o industriales, el manejo de sustancias químicas peligrosas es habitual. El GHS permite a los profesionales identificar claramente los riesgos asociados con cada reactivo, minimizando errores y accidentes.

Agricultura: El uso de productos químicos como pesticidas, herbicidas y fertilizantes es fundamental en la agricultura moderna. Estos productos suelen ser peligrosos si no se manejan adecuadamente, tanto para los trabajadores agrícolas como para el medio ambiente.

Transporte: Identificación de mercancías peligrosas en rutas terrestres, marítimas y aéreas. El transporte de productos químicos, especialmente aquellos clasificados como mercancías peligrosas, es otra área crítica donde se aplica el GHS. Durante el traslado, estos productos deben estar debidamente identificados para prevenir accidentes y garantizar la seguridad en rutas terrestres, marítimas y aéreas.

Consumo general: Productos de limpieza y otros químicos domésticos. Los productos químicos de uso doméstico, como detergentes, productos de limpieza, pinturas o adhesivos, también están cubiertos por el GHS. Aunque estos productos suelen tener un menor grado de peligrosidad en comparación con los de uso industrial, representan riesgos significativos si no se utilizan correctamente.

Beneficios del GHS 

 
  • Mejor seguridad: Reducción de accidentes laborales y exposición a riesgos químicos.
  • Estandarización global: Facilita el comercio internacional al eliminar la necesidad de múltiples etiquetas y sistemas.
  • Protección del medio ambiente: Mejora en la gestión de desechos y prevención de impactos ambientales.
  • Cumplimiento legal: Evita sanciones al cumplir con normativas internacionales que adoptan el GHS, como el Reglamento CLP en la Unión Europea.

¿Quién debe cumplir con el GHS? 

 

  • Fabricantes y distribuidores de productos químicos: Deben asegurarse de clasificar, etiquetar y documentar correctamente sus productos. Lo puedes hacer imprimiendo directamente con la impresora Epson Colorworks 6500.
  • Usuarios industriales: Como empresas que manejan sustancias químicas en procesos de manufactura o mantenimiento.
  • Autoridades reguladoras: Deben adoptar el sistema y supervisar su cumplimiento.

 

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